El 52% de las fábricas de productos de gran consumo (FMCG) desconoce como reducir su exceso de producción. El 67% de las fábricas de este sector estaría produciendo entre un 4% y un 8% más de lo requerido, muy lejos del margen de tolerancia asumible, situado entre el 1% y el 3%. Este exceso de producción está motivado por el sobrellenado de envases (46%), el factor moda, que obliga a tiradas de fabricación muy cortas (24%), baja calidad de materiales auxiliares, básicamente de packaging (11%) y la incorporación de recursos humanos estacionales con baja capacitación (19%).

Según se desprende de un estudio, elaborado por la multinacional española de software Think&Grow (T&G), más de la mitad de la industria española de productos de gran consumo y alta rotación desconoce como minimizar el producto que están “regalando o tirando” y, por lo tanto, produciendo de más. Dicho informe ha sido elaborado a partir de lo que ocurre en más de un centenar de fabricantes de alimentación y bebidas, productos de limpieza doméstica y cosmética, entre otros.
 
El informe también destaca que, cerca de un 67% de las fábricas de este sector estarían produciendo entre un 4% y un 8% más de lo necesario para satisfacer su demanda. Esta cifra se encuentra muy por encima de lo que se podría considerar un margen de tolerancia adecuado, situado entre el 1% y el 3%. Esta situación, según T&G, reduce el beneficio de estas empresas de manera significativa, en porcentajes que varían dependiendo de los productos y materias primas necesarios para su fabricación.

Para T&G estas cifras son muy significativas, si tenemos en cuenta que este segmento (industria de alimentación y fabricación de bebidas) supone el 17% del sector industrial español, en número de empresas (28.135 sobre un total de 163.471), y registra una facturación de 93.238 millones, cifra que supone el 2,7% del PIB. Además, y con 24.018 millones, es un sector claramente exportador y uno de los que registra más crecimiento con casi un 2% en 2014.

Según el informe, esta situación está motivada por cuatro factores fundamentales. El primero, con un 46% de incidencia, es el sobrellenado de las unidades a causa de la imposibilidad de control en tiempo real de las dosificaciones realizadas en cada envase, por la antigüedad de la maquinaria de llenado y envasado. Este exceso de producto en cada unidad es producto “regalado” al consumidor final cuyo coste reduce directamente los beneficios empresariales.
 
El segundo factor (24%) son las tiradas cortas de producto debido al cambio de los gustos y preferencias de los consumidores, así como a las tendencias y modas, factores que se han incorporado de manera importante en esta industria en los últimos años. Esta situación habría obligado a estas empresas a ampliar su gama de referencias, incluyendo otras nuevas, y que complementan la producción de referencias clave o con mayores ventas (“productos vaca”), con otros menos demandados o de carácter estacional.

El tercer factor (11%) lo constituye la baja calidad de los materiales auxiliares, y dentro de ello, fundamentalmente los materiales de packaging (envases, tapones, film, etiquetas, cajas, asas, tintas, etcétera). Por último, y con un 19% de incidencia, la estacionalidad de los productos constituye el cuarto factor fundamental, básicamente por la necesidad de incorporar nuevos recursos humanos, generalmente no habituados a las máquinas y a los procesos. Este último punto supone para la industria un problema añadido, debido a la necesidad de formar a esos recursos humanos adicionales, un factor que destaca un 100% de los responsables de planta.
 
Según David Fernández, director de la división de Industria de T&G, “obviamente estamos ante un problema de obsolescencia de la maquinaria y procedimientos de control que es muy inferior, por ejemplo, en la industria farmacéutica, debido a que las inversiones en estos activos son mayores. Sin embargo, –continúa Fernández--, la aplicación en cualquier proceso de fabricación de un sistema de captura automática de datos, o soluciones MES (Manufacturing Execution Systems), permitiría reducir ostensiblemente el tiempo para tomar medidas correctoras ante un problema de producción, pudiéndose reducir los costes asociados hasta en un 30%”.

Según T&G, que comercializa la solución OperaMES, la falta de información es el principal reto al que se enfrenta la industria de nuestro país. De hecho, y según su anterior informe, los responsables de plantas que no disponen de sistemas de medición, dedican entre el 50% y el 70% de su tiempo a buscar y construir información relevante que les ayude en su día a día.