Grup Balfegó, empresa especializada en pesca, acuicultura y comercio de atún rojo, reclama que se extiendan las medidas de control y gestión que han permitido la recuperación del atún rojo del Mediterráneo y Atlántico Oriental (Thunnus Thynnus) a las otras especies de atún rojo: Thunnus Orientalis y Thunnus Maccoyii, que se pescan en el Pacífico y el Índico, respectivamente, y a las pesquerías del Atlántico Occidental, que pescan nuestra misma especie, pero que, aunque también están reguladas por ICCAT, no están sujetas al mismo plan de recuperación que las flotas europeas y mediterráneas.
La compañía considera que el éxito del plan de recuperación de ICCAT y de las flotas comprometidas, tal y como demuestran los datos científicos, debe servir de modelo a todas las pesquerías de este tipo de túnidos. El Comité Cientifico de ICCAT (SCRS) ha ratificado dicha recuperación en su último informe de evaluación en el que, además, recomienda a esta organización regional de pesca sustituir el actual plan de recuperación por un plan de gestión, debido al “incremento evidente del stock” y a que no hay sobreexplotación, así como aumentar las cuotas permitidas (TAC) hasta las 36.000 toneladas de aquí a 2020, lo que supone un 50% más de capturas que en la campaña de 2017, y representa el mayor TAC fijado en la historia de esta pesquería.
Para Balfegó, ICCAT y sus Estados miembros deben hacer valer internacionalmente los resultados obtenidos, la consecución de una pesca sostenible y la aportación de sus flotas. El objetivo, según la empresa, debería ser establecer normas para que el consumidor esté informado sobre las especies que están sobreexplotadas: Thunnus Orientalis y Thunnus Maccoyii, así como las capturas de Thunnus Thynnus en el Atlántico Occidental (EEUU y Canadá), tal y como señalan los informes de los comités científicos de las organizaciones regionales de pesca competentes.
Estas pesquerías llevan años inmersas en planes de recuperación específicos, pero hasta la fecha no han dado ningún resultado, incluso han empeorado la situación de los stocks. Y esto es así porque las medidas de gestión establecidas son demasiado laxas, no han tenido en cuenta los estudios y criterios científicos y son fruto de presiones políticas y económicas, sobre todo de países como EEUU y Japón, cuyas flotas pescan estas otras especies de atún rojo. En estos planes se han obviado de manera consciente medidas como la protección de los juveniles y el registro y control del esfuerzo pesquero (reducción de los TAC), que han resultado vitales en el caso del Mediterráneo y que tanto esfuerzo han supuesto para estas flotas.
Para Juan Serrano, director general de Balfegó, “Europa e ICCAT no pueden permitir que flotas no sostenibles se beneficien de lo conseguido en el Mediterráneo e inunden el mercado europeo y mundial con atún rojo procedente de stocks sobrexplotados. Han sido incapaces de ser responsables con la situación de sus especies y de implicarse en su recuperación. El consumidor tiene que saberlo y poder discriminarlos. Los ciudadanos europeos han exigido y conseguido una gestión sostenible de la especie en sus mares y océanos, ahora hay que buscar la fórmula para que puedan ejercer sus derechos y comprar de forma sostenible”.
Reunión ICCAT
Balfegó reitera una vez más su apoyo y conformidad con las conclusiones y recomendaciones del Comité Científico de ICCAT (SCRS), que se presentarán para su debate y aprobación en la próxima reunión de ICCAT, que se celebrará en Marrakech, del 14 al 22 de noviembre próximo. También, recuerda que dichas conclusiones han tenido en cuenta todos y cada uno de los informes, datos y estudios presentados por gobiernos, asociaciones ambientalistas, entidades científicas y flotas. “Por lo tanto, rechazamos que se estén usando algunos de estos de manera parcial e independiente del resto de datos y evaluaciones para ejercer presiones sobre los estados miembros de ICCAT y que puedan servir para tomar una decisión global respecto a cuotas o medidas de gestión”, concluye Serrano.
En este sentido, el directivo apunta que, “el Comité Científico ha sido muy claro. La especie está recuperada y hay que pasar a un plan de gestión eficiente y coherente con los datos científicos. Esto significa que es hora de recompensar el esfuerzo de los pescadores que lo han hecho posible, permitiendo mayores volúmenes de pesca, y mejorar el acceso de los consumidores a un producto pesquero sostenible, de gran valor gastronómico y reconocido por sus propiedades nutricionales como alimento saludable, diferenciándolo de otros procedentes de stocks sobrexplotados”.